lunes, 22 de agosto de 2016

# ajedrez # Biopic

CRÍTICA EL CASO FISCHER (2015)

DEJÉMOSLO EN TABLAS 
Por Lucía Pérez García 






Cada año. Cuando septiembre amarillea y se acerca el otoño: Leyendas de Pasión (1994). La misma pasión con la que Tom Cruise blandía la katana en El último samurái (2000). La que puso Leonardo DiCaprio en una de sus mejores actuaciones: Diamante de sangre (2006). La de los soldados negros de Tiempos de gloria (1989). Esa pasión con la que uno ve ciertas películas hechas con pasión. Una emoción que Edward Zwick conoce y maneja a la perfección. La emoción previa e intrínseca al heroísmo que definen sus protagonistas. 

El nombre de Ziwck en los créditos hace crecer la película en dimensiones épicas. Bobby Fischer, campeón del mundo de ajedrez entre 1972 y 1975, tan famoso por la velocidad de su juego como por su conducta excéntrica, quizás no sea épico, pero sí legendario. Y como leyenda, su historia tiene cabida en el imaginario más dramático del director de Illinois.  



El caso Fischer no es una película “más grande que la vida”. Es una película como un tablero de ajedrez. No como una partida. Cuadrada. No redonda. Donde hasta la música del James Newton Howard (colaborador de Zwick desde Diamante de sangre) más minimalista parece compuesta a base de cuadraditos que se van agrandando conforme crece la presión -en un recurso similar al usado por Daniel Pemberton en Steve Jobs (Danny Boyle, 2015)-. Y donde la paleta de colores, a base de grises y marrones, se funde con la cometición. Como un tablero de juego es también la mente de Fishcher. 


Un personaje lleno de números y combinaciones. Enemigos como fichas. Fuera y dentro del ajedrez. Y, por supuesto, en pleno apogeo de esa locura de genio que tanto gusta a la historia. Un genio cuyo especial carácter eclipsa su verdadero talento a ojos de la multitud. De esos que el cine sabe retratar tan bien. Teniendo en este caso un antecedente claro en el John Nash de Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001), sin lado romántico, pero con los mismos delirios conspiratorios.  



Tras diez años detrás del proyecto, Tobey Maguire (productor y protagonista) ha conseguido una película interesante que cuenta en pocos -y suficientes- minutos una de las épocas más importantes de la historia del ajedrez: la hegemonía soviética (encarnada por Liev Schreiber como Boris Spaski. Personaje no menos excéntrico que su rival), la absoluta concentración del juego (esas interferencias tan ajenas al resto de mortales) y la locura de toda una personalidad como Bobby Fischer (Maguire, correcto sin más) que consiguió que un deporte tan poco vistoso para los legos, se convirtiera en un fenómeno mediático. La película no surtirá el mismo efecto, pero al menos despertará la curiosidad del algunos.  



Valoración: 7 / 10 

EL CASO FISCHER, “PAWN SACRIFICE” (2014) 
Director: Edward Zwick 
Reparto: Tobey Maguire, Michael Stuhlbarg, Peter Sarsgaard, Liev Schreiber, Lily Rabe, Conrad Pla, Seamus Davey-Fitzpatrick, Sophie Nélisse, Robin Weigert, Evelyne Brochu, John Maclaren, Andreas Apergis, Ilia Volok, Alexandre Gorchkov, Aiden Lovekamp 
Género: Drama, biopic, ajedrez 
Duración: 114 min.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario