jueves, 14 de mayo de 2015

# Cine y arte # drama

CRÍTICA EL VIAJE MÁS LARGO, "THE LONGEST RIDE" (2015)



EL VIAJE MÁS LARGO “THE LONGEST RIDE” (2015) GEORGE TILLMAN JR.

Reparto: Scott Eastwood, Britt Robertson, Alan Alda, Oona Chaplin, Jack Huston, Melissa Benoist, Lolita Davidovich, Amber Chaney, Lindsey Elizabeth, Brigham McNeely, Tommy Brown, Perry Ball, Mary Austin, Brenda Moss-Clifton, Stephen Mackenzie Brown.



Valoración: 6.5 / 10



POR AMOR AL ARTE

Por Lucía Pérez García



Para unos será un viaje demasiado largo (de más de dos horas). Para otros una aventura que no acaba más que empezar. Los primeros verán a Nicholas Sparks en cada plano: besos bajo el agua, historias de amor imposibles entre distintas clases y modos de vida, pasados traumáticos, Flashbacks, cartas…Los segundos disfrutarán de los inmensos paisajes de Carolina del norte, se agarrarán a la butaca como si estuvieran en un rodeo, visitarán galerías, exposiciones y museos, se quedarán pasmados ante las obras de Pollock, De Kooning, Kline, Rotko…e incluso pujarán por algunas de ellas, y saldrán del cine con un sombrero de vaquero en la cabeza, un pincel en la mano y empapados hasta las cejas, no sé si de llorar o de tantísima agua que hay de por medio.




No es la primera ni será la última. No es diferente ni tampoco es igual. Tiene algo especial. Dos realidades diferentes. El arte. La fascinación ante algo que nadie entiende. Los rodeos y la vida rural. La competición como parte de uno mismo y la naturaleza como una más de la que formar parte. Dos conceptos también incomprendidos. Loco uno, loco el otro. Al final, locos de amor, pero con matices (que de eso el arte entiende mucho). Tanto un mundo como otro son capaces de llevarte a su espacio. El arte te absorbe. Las imágenes de los rodeos impresionan aún más. 




La otra historia pierde el elemento salvaje del rodeo, pero no por ello deja de ser interesante. El arte como elemento de unión entre dos épocas diferentes. Y el amor, como el mismo arte, eterno. La conjunción entre una y otra trama se van dando la mano poco a poco, y lo que un principio parece sobrar, acaba por tener sentido.



No hay un Ryan Gosling, pero hay un hijo de maestro que, si bien es demasiado enorme de tamaño, no pinta nada mal (aunque lo suyo sean los toros y no el arte). No hay una chica imponente, pero hay una nieta de otro no menos maestro cuyas caras de felicidad son la felicidad misma. No hay una gran película, pero tras la sorpresa de ‘Un Lugar Donde Refugiarse’ (Lasse Hallström, 2013), ‘El Viaje Más Largo’ sigue manteniendo un listón que llevaba años en decadencia desde ‘El Diario de Noa’ (Nick Cassavetes, 2004).









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