miércoles, 25 de septiembre de 2013

# Biopic # drama

CRÍTRICA EL MAYORDOMO "THE BUTLER" (2013) LEE DANIELS

EL MAYORDOMO “THE BUTLER” (2013), LEE DANIELS
Reparto: Forest Whitaker, Oprah Winfrey, John Cusack, Jane Fonda, Cuba Gooding Jr., Terrence Howard, Lenny Kravitz, James Marsden, David Oyelowo, Vanessa Redgrave, Alan Rickman, Liev Schreiber, Robin Williams, Clarence Williams III, David Banner, Michael Rainey Jr., Alex Pettyfer, Mariah Carey, Nelsan Ellis

Valoración: 7.5 / 10

BLACK AND WHITE
Por Lucía Pérez García

Mi vida es como una película en blanco y negro, sin sonido, cuya estrella invitada es Sidney Poitier y en la que yo no aparezco ni en los créditos, porque soy algo así como el hombre invisible. Mi trabajo es hacer el trabajo que el resto del reparto no quiere hacer. Es lo que llaman trabajo sucio, cuando realmente es el trabajo más limpio que conozco. Quizás lo llamen sucio porque lo hacemos los negros. Ser negro es algo sucio, y es que no hay nada más limpio que la pulcritud del blanco…aun así, me gusta lo que hago. Siento que estoy contribuyendo a algo bueno. 
Mi nombre es Cecil Ganes (Forest Whitaker). Soy mayordomo. He servido a ocho presidentes en la casa blanca, desde Eisenhower (Robin Williams, recién salido del museo con permiso de Adam Sandler) a Reagan (Alan Reckman), entre 1952 y 1986. A unos les tengo más cariño que a otros. Me acuerdo mucho de Kenedy (James Marsden). Me puse muy triste cuando lo asesinaron. Y no guardo muy buenos recuerdos del presidente Johnson (Liev Schreiber). Pero todos y cada uno me han enseñado algo. Y a todos ellos creo que yo también les influí, aun con mi silencio e invisibilidad. Ellos fueron la parte blanca de mi vida. 
La parte negra la tenía en casa y en la calle. Mi mujer Gloria (Oprah Winfrey) y mis hijos Louis (David Oyelowo) y Charlie (Elijah Kelly), la sufrían conmigo. Creíamos y luchábamos por un mundo en color, pero el blanco solo pensaba que el negro era la nada, sin saber que él era la mezcla de todos los colores. A  veces el blanco se presentaba ante nosotros encapuchado, con una cruz como emblema que justificase sus acciones, pero la cruz solo sirve de guía a los verdaderos nazarenos. Otras, nos intentaba converncer de que nos necesitaba para luchar por nuestro país. Nuestro decían, no suyo. Porque en tiempos de Guerra todo vale. No escupía, nos apaleaba y nos insultaba. Pero nosotros hablábamos el idioma del silencio. Y el total silencio inquieta mucho más que ruido atronador.
Sin embargo, la película de mi vida tiene un final feliz. Un final inesperado que nadie en su mayor delirio podia haber soñado. Hoy la Casa Blanca no es tan blanca. Yo he vivido para ser testigo de ello y, en el fondo, siento que hay algo de mi en esta historia. 

Eugene Allen, que así se llamaba el personaje que inspiró esta historia, murió en 2008, habiendo visto como Obama se convertía en el primer presidente negro de los Estados Unidos. A través de sus ojos Lee Daniels vió la oportunidad de contar la historia de la América del siglo XX, una América que, como ya hemos dicho, era en blanco y negro.
Dejando un poco de lado la tendencia perversa y la vulgaridad de El leñador, Precious o El chico del periodico, se adentra de una forma más ligera en los conflictos sociales provocados por el racismo hacia los afroamericanos. Un tema que parece tocarle el corazón a juzgar por los anuncios de servicio público que realizó en 2004, dirigidos a inspirar a los jóvenes de color a votar. Sí que hay algo de violencia y de maltrato, pero está ahí para mostrar la realidad. Aun así, el conflicto está visto desde la perspectiva del silencio, y por eso nos conmueve. 
Se ha comparado esta película con Forrest Gum, y la comparación no es del todo errónea, pues en ambas vemos pasar la historia a través del alma de un hombre especial. Y cuando un hombre es especial, hace que todo a su alrededor también lo sea, por eso creo que El mayordomo es una de esas películas que llegan al corazón, sea éste blanco, o negro. 







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